sábado, 11 de diciembre de 2010

CINCO


Foto de Nuria Mezquita

Creo que hoy he vuelto a morirme por quinta vez, casi consecutiva.
Sentí cómo caían mis brazos, mis alas, mis piernas se clavaban en el suelo
y mi cabeza chocaba violentamente contra la pata de la cama,
deshecha, la cama, mitad podrida, mitad hiriente, mitad muerta como mi cuerpo, mi alma,
mi cama.
Todo se desvanecía hacia el vacío de sus palabras; en el último aliento, al cerrar la boca y dar el portazo, me sentí tocada por la muerte y hoy se ha confirmado la gravedad de la herida.
No sé si habrá nueva resurrección después de la cuarta, cinco son ya muchas muertes,
aunque pensándolo bien, todavía me caben cinco más en los dedos de mis manos,
quizás sea todavía poca cosa, quizás me queden mil vidas más para estrellarme,
quizás morir no sea finalmente tan malo,
vivir de nuevo, quizás, levantarme, conocerte y quizás, otra vez, matarme.

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