Foto de Nuria Mezquita
Un tiempo fui una chica con futuro.
Podía leer a Horacio y a Virgilio en latín
y recitar a Keats completo de memoria.
Al entrar en sus cuevas, los adultos
me capturaron: comencé a parir
hijos de un hombre estúpido y creído.
Ahora cuando puedo lleno el vaso
y lloro al recordar algún verso de Keats.
Una no sabe, cuando es joven,
que no hay lugar alguno
donde poder quedarse para siempre.
Y le parece extraño si no llega
aquel o aquella en quien hallar descanso.
Una ignora, de joven, que los principios
no se parecen nunca a los finales.
6 comentarios:
Muy bueno. ¿A quién me recuerda esta chica del poema?...
A cualquiera. Hay tantas historias anónimas
Dalton
a mi.
Nunca en tan pocas palabras vi verdades tan grandes y tan tristes. Lo peor es que esa chica quiere salir de vez en cuando pero no la dejan y poco a poco va desapareciendo tras los hijos, el marido, el trabajo y su tristeza infinita. Besos
m encanta este poema, supongo q habra muchas anonimas pero yo soy un poco mucho d esa historia
ana
que duro, que bonito dicho
Publicar un comentario